El fracking es una técnica para la extracción no convencional de gas consistente en realizar una serie de perforaciones verticales y horizontales en el subsuelo para provocar fracturas en los estratos rocosos que contienen el gas. A través de estas perforaciones se inyecta a alta presión una mezcla de agua, arena y cientos de productos químicos que disgregan el subsuelo y permiten liberar el gas asociado en estas rocas porosas e impermeables.

 

Esta técnica es, por tanto, muy invasiva y agresiva con el medio ambiente y conlleva una serie de impactos sanitarios y ambientales, alguno de los cuales aun no están plenamente caracterizados o comprendidos. Incluso su aplicación podría encontrarse en Andalucía con un peligroso vacío legal.

 

Con relación a sus efectos e impactos en el medio natural y el medio ambiente, las repercusiones posibles son la emisión de gases contaminantes, la contaminación de acuíferos subterráneos, el vertido incontrolado de aguas residuales, contaminación atmosférica, terremotos de pequeña y mediana intensidad, contaminación acústica e impactos paisajísticos.

 

En opinión del portavoz municipal de IU y tal como han demostrado diversos estudios el proceso provoca, entre otros, una serie de impactos socio-ambientales, algunos de los cuales aún no están plenamente caracterizados o comprendidos, entre los que destacan:

 

– Gravísimas consecuencias para la salud humana pudiendo generar enfermedades cancerígenas y mutagénicas, malformaciones en los fetos, etc.

– La destrucción del medio ambiente.

 

– La contaminación atmosférica y la fuga de gases de efecto invernadero.

 

– La contaminación y toxicidad de las aguas subterráneas y de superficie.

 

– Sobreexplotación de acuíferos y otras fuentes de agua potable, en competencia directa con las poblaciones afectadas y sus actividades agrícolas y ganaderas.

 

– La transformación y destrucción del paisaje, con la desaparición de su fauna y flora.

 

– El aumento del transporte de vehículos pesados durante las 24 horas del día con el consiguiente riesgo de accidentes y contaminación acústica.

 

– La contaminación de las tierras por acumulación de residuos tóxicos.

 

– El incremento de la actividad sísmica y de destrucción del territorio.

 

Estas consecuencias son las grandes olvidadas en los informes que las empresas presentan para lograr los permisos para la investigación, estudio y prospección de este modelo de extracción por fracturación hidráulica o fracking.

 

Por todo ello Rafael Terán, como portavoz del grupo municipal de izquierda unida, propone al pleno los siguientes acuerdos:

 

PRIMERO: el ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda manifiesta su rechazo y disconformidad con este tipo de actividades de explotación y extracción de gas mediante la técnica de fractura hidráulica (fracking), e insta a la junta de Andalucía a la elaboración de una norma, en el uso de sus competencias medioambientales, que prohíba dicha técnica.

 

SEGUNDO: declarar el territorio municipal de Sanlúcar de Barrameda libre de esta técnica extractiva de prospección, exploración, investigación y explotación de hidrocarburos no convencionales que supongan la utilización de la fractura hidráulica y, por consiguiente, a no autorizar ninguna nueva solicitud y dejar en suspenso, si las hubiera, las previamente autorizadas. 

 

TERCERO: instar a los parlamentos y gobiernos español y andaluz a la aprobación de una ley que prohíba el uso de la técnica extractiva de la fractura hidráulica (fracking), en aras al principio de precaución, dados los riesgos que conlleva para la salud de las personas y el medio ambiente.

 

CUARTO: dar traslado de los presentes acuerdos a la diputación provincial de Cádiz, la conserjería de economía, innovación, ciencia y empleo y a la conserjería de agricultura, pesca y medio ambiente de la junta de Andalucía, así como a la dirección general de industria, energía y minas del gobierno de España.