15/12/2020 – Desde el Área de la Mujer de Izquierda Unida de Sanlúcar queremos felicitar a las mujeres argentinas porque su lucha en la calle durante años con sus pañuelos verdes como bandera reivindicativa, ha dado por fin el fruto que se esperaba, la aprobación de la Ley del Aborto en el Congreso por 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones.

Desde IU, la responsable del área de la mujer Ifigenia Bueno deja claro que ha sido muy emotivo el grito del colectivo feminista tronando alrededor del Congreso, en el que miles de mujeres vestidas de verde festejaban el resultado.

Del mismo modo, declara que era más que necesario de que se aprobara esta ley después de casi 100 años de que se promulgara la que hasta ahora regulaba el aborto en Argentina y en la que ninguna mujer pudo dar su opinión sobre la misma. Han sido muchos debates y muchas veces rechazado el proyecto de ley desde el 2007 hasta que en el día de ayer finalmente se dio luz verde a la Ley de Intención Voluntaria del Embarazo.

Deseamos de corazón que una vez que entre en vigor, después de pasar el filtro del Senado, se acabe con los cerca de quinientos mil abortos en la clandestinidad que han llevado a la muerte y a muchas complicaciones a muchas mujeres.  Es por lo también un tema también de salud pública y que principalmente afecta a las mujeres pobres y más vulnerables, mientras que hipócritamente, las poderosas lo pueden hacer en otros países en los que sí está permitido. El aborto clandestino ha sido por tanto, también una herramienta de control social.

Durante milenios la mujer ha sido obligada a parir hijos e hijas, así que ya va siendo hora de que la maternidad sea un deseo, no una obligación y dejar de hacer del útero de la mujer el campo de batalla de lo que no pueden solucionar algunos gobiernos con sus políticas.

Finalmente, Ifigenia Bueno ha declarado que reiteramos nuestra enhorabuena a las hermanas argentinas porque han demostrado que cuando una ley se construye sobre una lucha de derechos humanos, se convierte en el sentido común de una colectividad, en una ley que representa una sociedad, que las quiere iguales, libres y vivas, tal como defendió encendidamente la diputada Gabriela Cerrati en el en el Parlamento de Buenos Aires.