A estas alturas y después del significativo silencio, Víctor Mora tiene que demostrar que su actuación esta fuera de cualquier duda respecto al fraude de los cursos de formación cometido por el exc
A estas alturas y después del significativo silencio, Víctor Mora tiene que demostrar que su actuación esta fuera de cualquier duda respecto al fraude de los cursos de formación cometido por el exconsejero socialista Ángel Ojeda, imputado por falsedad documental, fraude en subvenciones, apropiación indebida y delitos contra la Administración Pública.
En octubre de 2013, la portavoz del equipo de gobierno, Milagrosa Gordillo, anunció que el ayuntamiento colaboraría con la justicia y si se detectara algún perjuicio para el ayuntamiento y los sanluqueños tomarían las oportunas medidas judiciales contra Angel Ojeda por el incumplimiento de los convenios firmados con el ayuntamiento. Perjuicio para los intereses de la ciudad y de los sanluqueños es obvio que ha habido y de las medidas judiciales que tomarían dado el caso jamás se supo.
Con los datos actuales entendemos que se trató de un simple paripé para salvar la cara del equipo de gobierno PSOE-CIS ante la opinión pública sanluqueña sin más, porque voluntad de llevar a este señor a los tribunales nunca hubo, sino todo lo contrario, de haber algo lo que hubo fue una presunta intención de favorecerle sus actividades ilegales, de ahí que consideramos a Víctor Mora junto a Irene García como responsables políticos, como mínimo, del fraude cometido a los desempleados sanluqueños.
Lo cierto de todo es que de aquellos 2,3 millones de euros prometidos a bombo y platillo en inversión para formación en nuestra ciudad no se han visto un solo euro, negándose Víctor Mora a dar explicaciones al respecto en un desprecio absoluto hacia los sanluqueños.
Si a este repugnante hecho unimos los descubiertos recientemente por IU Sanlúcar respecto a las Escuelas de Verano y otras Vacaciones (el Ayuntamiento contrató con la empresa de un asesor de Víctor Mora), podemos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que PSOE y CIS al parecer concibieron la formación y la educación como una gran oportunidad para que amigos y allegados pudieran hacer negocios con la impunidad que se les prestaba desde el ayuntamiento. Por tanto, no se trata de unos hechos aislados, sino de toda una presunta practica habitual de utilizar los recursos municipales al servicio propio y de sus entornos personales y políticos.
IU Sanlúcar insiste en que, de continuar en su autismo político, Víctor Mora, quedaría inhabilitado como alcalde, no solo por su lamentable gestión municipal, sino también por permitir por acción u omisión que en esta ciudad se sigan cometiendo fraudes sin que mueva un dedo para evitarlo.