Hasta el 2036 se estará pagando amortización e intereses de un préstamo de algo más de 49 millones de euros.
Hasta el 2036 se estará pagando amortización e intereses de un préstamo de algo más de 49 millones de euros.
El jueves pasado, el equipo de gobierno del PSOE convocó de prisa y corriendo de un día para otro, un pleno extraordinario con el único punto del orden del día de aprobar la ampliación en tres años de los plazos de amortización y carencia de los préstamos para pago a proveedores y Fondo de Ordenación, es decir, hasta el 2036. Un préstamo que se pidió con la idea conseguir liquidez y resolver el grave problema financiero que arrastra el Ayuntamiento.
Ya el año pasado IU decía que no estábamos de acuerdo en suscribir un crédito de estas características porque no solo hipotecaba el presente sino también el futuro de la ciudad. Sobre todo si no se afrontaba las reformas estructurales necesarias que conllevara, entre otras medidas, una racionalidad en el gasto, hecho que el equipo de gobierno del PSOE irresponsablemente se ha negado a realizar. Las únicas medidas que han llevado a cabo han sido un nuevo plan de ajuste con más recortes en servicios y consolidación de subidas de impuestos, como hemos comprobado este año con la subida innecesaria del 4% del IBI.
Lamentablemente el tiempo nos ha dado la razón, pues no ha pasado ni siquiera un año para comprobar que a pesar del crédito, del nuevo plan de ajuste y de las subidas de impuestos, el Ayuntamiento continua con los mismos problemas financiero de liquidez, que pone en serio riesgo el día a día del funcionamiento de los servicios municipales y de ahí que ahora se tiene que acoger a esta medida de retrasar aún más el pago del préstamo y con el consiguiente aumento de los intereses que habrán que pagar.
Para más inri, la documentación que han llevado al pleno extraordinario, de la que tan solo se ha tenido un día para analizarla, ha estado sesgada, no sabemos si como consecuencia de las prisas o de una manera intencionada. Porque en la propuesta presentada por la delegada municipal de hacienda, que finalmente fue aprobada con los únicos a favor del PSOE, no se menciona cual es la situación, de las que tres que señala la Resolución de La Secretaría General de Financiación Autonómica y Local, en que se encuentra el Ayuntamiento de Sanlúcar para tener que acogerse a esta medida. Muy probablemente para que no se supieran las verdaderas consecuencias que conlleva cada una de ellas, que van desde que el pleno ratifique el plan de ajuste vigente hasta tener que hacer un redactar un nuevo plan de ajuste más restrictivo con nuevos recortes y nuevas subidas de impuestos y tasas municipales y si se incumpliese los objetivos marcados por el Ministerio se podría establecer la prohibición de acceder a cualquier medida de apoyo financiero en el futuro además de aceptar las imposición que se puedan establecer unilateralmente desde el Ministerio de Hacienda.
Por otra, parte la documentación que deberá remitir el Ayuntamiento para acoger a esta medida es la liquidación definitiva del año 2015, liquidación definitiva que ha sido requerida en varias ocasiones por IU, las mismas ocasiones que dicha petición se ha desatendido por el equipo de gobierno, ya que a la única que se ha tenido acceso es la liquidación provisional de 2015. No entendemos a que puede responder que sea el Ministerio de Hacienda quien tenga antes la liquidación definitiva de 2015 que el peno municipal, único órgano donde reside la voluntad de todos los sanluqueños.
Por todo lo anterior expuesto, el grupo municipal de IU votó en contra de esta medida porque el PSOE de Víctor Mora sigue sin realizar las reformas estructurales necesarias que garanticen una mayor liquidez al Ayuntamiento para que no tenga que seguir suscribiendo nuevos créditos o alargando la vida de los suscritos, que supone en ambos casos, tal como se ha dicho, hipotecar el presente y el futuro de la ciudad y de los sanluqueños. Circunstancias que están detrás de que a las familias recientemente desalojadas no se le haya podido ofrecer una alternativa habitacional a dormir a la calle, por ejemplo.