Desde el inicio de las obras de construcción del pabellón deportivo de la Algaida ha estado rodeado de la polémica y de presuntas irregularidades jamás explicadas ni po

Desde el inicio de las obras de construcción del pabellón deportivo de la Algaida ha estado rodeado de la polémica y de presuntas irregularidades jamás explicadas ni por la empresa constructora ni por el propio ayuntamiento.

 

Los plazos de construcción previstos se sobrepasaron con creces sin que, igualmente, nadie diera cumplida explicación del retraso. De tal forma, que la fecha de inauguración prevista tuvo que aplazarse en varias ocasiones.

 

Lo cierto es que después de varios meses de demora y de un coste de algo más 1.100.000 euros, el pasado martes 13 de noviembre se pudo inaugurar con todo el boato que la Alcaldesa, Irene García, y su socio de gobierno Juan Marín suelen dar a estos menesteres.

 

De la noche a la mañana este pabellón deportivo ha pasado de ser calificado como unas instalaciones deportivas excelentes a representar el símbolo no solo de una chapuza monumental sino el paradigma de una gestión municipal caracterizada más que nada por la propaganda. La causa del milagro lo han producido las filtraciones de aguas de lluvia que han puesto de manifiesto las inadmisibles deficiencias en la construcción del inmueble.

 

El sábado 17 de noviembre, cuatro días después de inauguración, un partido de baloncesto se tuvo que suspender debido a las masivas filtraciones de agua de lluvia que se estaban produciendo. El lamentable espectáculo ha sido primera plana de todos los medios de comunicaciones deportivos de la provincia.

 

IU insta a la Alcaldesa a tomar las medidas legales oportunas contra la empresa constructora, exigiendo indemnización por los daños y perjuicios que sin duda ha causado y estarán causando mientras se subsanan las deficiencias en la construcción que las filtraciones de lluvia han puesto de manifiesto. Por supuesto, se hace necesario una auditoria técnica independiente que determine que la seguridad del inmueble no se haya podido poner en riesgo.

 

Desde el puesto de visto político, IU exige al equipo de gobierno que dé la cara y no se esconda tras el silencio como si no hubiese ocurrido nada. Aunque la responsabilidad política de todo este despropósito la debe asumir de forma colegiada el equipo de gobierno, hay cuatro actores principales en este asunto que deben dar todas las explicaciones a los sanluqueños y asumir las responsabilidades políticas pertinentes cada uno de ellos por razones obvias: el delegado especial para la Colonia Monte Algaida, el delegado municipal de deportes, el delegado municipal de urbanismo y la propia alcaldesa.

 

Para IU, quienes están solo prestos a la foto propagandística para sacar el rédito político oportuno sin velar por los intereses generales de los sanluqueños, deben estar igualmente dispuestos a asumir las responsabilidades políticas pertinentes, sobre todo cuando es el dinero de todos los sanluqueños el que esta en juego y la propia seguridad de futuros usuarios de las instalaciones del nuevo pabellón deportivo de la Algaida.