Una vez más calles y plazas de nuestra ciudad se están viendo inundadas de cientos de naranjas esparcidas por el suelo, dando un lastimoso espectáculo, originando malos olores, podredumbre y peligr

Una vez más calles y plazas de nuestra ciudad se están viendo inundadas de cientos de naranjas esparcidas por el suelo, dando un lastimoso espectáculo, originando malos olores, podredumbre y peligro de resbalones para los viandantes de calles y plazas, además de dar una imagen impropia de una ciudad que quiere hacer del turismo una de sus principales fuentes de riqueza.

Al parecer no debe haber nadie responsable ni mucho menos competente en el equipo de gobierno PSOE-CIS, pues, no es la primera vez que se produce este hecho y hoy todos los sanluqueños podemos apreciar como periódicamente calles y plazas se encuentran “sembradas” de cientos de naranjas esparcidas en el suelo pudriéndose sin que nadie del Equipo de Gobierno haga algo por evitarlo.

Todo esto es consecuencia de una pésima gestión, caracterizada por una elemental falta de planificación de los trabajos municipales a realizar y una desidia como en tantas otras cosas, porque no es un hecho sobrevenido que las naranjas maduren en los arboles y terminen cayéndose si no se retiran a tiempo. Además, de ser consecuencia también de la reducción de la mitad de las plantillas de las empresas municipales perpetrada por Víctor Mora, con el consiguiente deterioro del servicio prestado, dejando a decenas de personas en el paro.

Ahora, pretende solventar este hecho contratando a parados durante 23 días mediante la iniciativa de IU desde el gobierno de la Junta de Andalucía llamada Salarios contra la Exclusión Social, pero lo hace sin una planificación racional de estos recursos, porque está más preocupado en el rédito político que pretende obtener con esta iniciativa que buscar el mayor provecho para la ciudad.

Dese IU Sanlúcar, nuevamente instamos al responsable municipal competente (?), si lo hubiere, a que proceda a gestionar la sistemática retirada de las naranjas de sus árboles sin esperar que éstas se caigan por madurez o por causa del viento con el consiguiente peligro para los ciudadanos y perjuicio para la imagen de nuestra ciudad y de paso a que se proceda al tratamiento de los naranjos contra la mangla, enfermedad que en nuestra ciudad es endémica por falta de tratamiento desde el Ayuntamiento.