13/02/2020.- Solo desde la conocida insensibilidad social y la falta de empatía del alcalde Víctor Mora se puede entender que presente este dato como un éxito de gestión en una ciudad con una de las tasas de desempleo más altas del país y que sigue encabezando los rankings de pobreza y exclusión social, según los todos los observatorios sociales.   

Según el Área de Recaudación de la Diputación de Cádiz, órgano encargado de la recaudación de los tributos y tasas municipales de nuestra ciudad, la recaudación viene aumentando año tras año de manera progresiva hasta situarlo en 2019 en más de 26 millones de euros, como consecuencia de la asfixia fiscal que el PSOE de Víctor Mora y Cs de Javier Porrúa tienen sometido a los sanluqueños y sanluqueñas llevados por un afán recaudador desmedido que les lleva de manera indecorosa a alardear de esquilmar a los ciudadanos más pobres de España.

Todos nos preguntamos de qué sirve este sobre esfuerzo fiscal si los servicios municipales están bajo mínimos, la plantilla del Ayuntamiento está congelada, la falta de liquidez hace que escaseen los recursos materiales más elementales para el día a día en la gestión municipal y la ciudad presente un calamitoso estado de abandono por doquier.

La respuesta a esta pregunta que cada vez se hacen más los sanluqueños y las sanluqueñas está en el clientelismo instaurado dentro y fuera del Consistorio y que está funcionando como un verdadero sumidero por el que se van los recursos económicos provenientes de la excesiva recaudación de impuestos y tasas municipales.

Prueba de ello ha sido la recién aprobada RPT que supondrá un aumento del Capitulo I del gasto en más de  2 millones de euros, y cuyo objetivo no es otro que el de premiar a determinados colectivos con aumentos de más de 15 mil euros anuales. 

Igualmente prueba de ello son las discrecionales subvenciones a determinadas entidades locales cuyo fin social son muy cuestionadas o los planes de empleo municipales diseñados exclusivamente para utilizar el estado de necesidad y la precariedad social de muchas familias  para fomentar el clientelismo.

IU pudo demostrar fehacientemente que la tan cacareada congelación de impuestos y tasas municipales fue una mentira del equipo de gobierno de PSOE-Cs y los datos que ofrece el Servicio de Recaudación de Diputación así lo demuestra. Para este año 2020 anunciaron también una congelación de impuestos y, sin embargo, el IBI volverá a subir.

Desde IU se presentó una batería propuesta e iniciativas para rebajar la excesiva presión fiscal que padecen los sanluqueños y las sanluqueñas con una bajada efectiva del IBI, porque digan lo que digan, hay margen suficiente para que baje de manera efectiva un 4% y los datos de recaudación de 2019 así lo atestiguan. 

Solo falta voluntad política de tener en cuenta las circunstancias económicas y sociales de una ciudad azotada por el paro.