IU, desde el respeto a todas la convicciones religiosas de las personas, defiende la aconfesionalidad del estado, tal como recoge la Constitución en su artículo 16,3, y la laicidad de las Instituci
IU, desde el respeto a todas la convicciones religiosas de las personas, defiende la aconfesionalidad del estado, tal como recoge la Constitución en su artículo 16,3, y la laicidad de las Instituciones Públicas en el ejercicio de sus competencias. Este hecho nos lleva a denunciar los intentos de imposición desde los poderes públicos de una determinada moral basada en una creencia religiosa concreta (en el BOE del pasado 24 de febrero hay un buen ejemplo de ello), así como, la manipulación clientelista y electoralista de determinados elementos de la fe religiosa de las personas.
El PP y el PSOE llevan tiempo rivalizando en la manipulación política de la fe religiosa de los sanluqueños. El último episodio de esta burda manipulación electoralista es el anuncio del alcalde, Víctor Mora, de que se instalará en la glorieta del Palmar un monumento a la Virgen del Rocío. Detras de este anuncio solo hay una intención manipuladora de cientos sanluqueños que se sienten rocieros, para sacar réditos electorales de la misma. Muy probablemente llevado por la desesperación de quien es sabedor de que su cargo y su generoso sueldo de 50.000 euros, cada día que pasa está más en peligro y, por ello, está recurriendo, sin el menor de los recatos, a garantizarse la continuidad en el mismo, sea a costa de lo que sea. Lo está haciendo, entre otras prácticas, con la utilización clientelar con los contratos de los distintos Planes de Empleo de la Junta de Andalucía, que al parecer no es sufciente, y tiene que recurrir a la utilización electoralista de la legítima condición rociera de cientos de sanluqueños.
Pero detrás de esta decisión de Víctor Mora hay otras derivadas que conviene tener en cuenta. En 2008, mediante un concurso de ideas, se aprobó en la misma rotonda la instalación de un monumento dedicado a la manzanilla, cuyo autor iba a ser Jesús Guerrero. Se justificó diciendo que “este monumento a la Manzanilla no tendría significado en cualquier lugar del mundo, ya que la manzanilla es el mayor exponente del patrimonio vivo de nuestra ciudad” que simbolizaría el “Ser de Sanlúcar”. De aquello jamás se supo, y ahora hemos sabido que para el señor alcalde no es la manzanilla lo que representa a Sanlúcar en el mundo entero sino, al parecer, su fe rociera.
Por otra parte, en octubre de 2014, el alcalde, Víctor Mora, anunció la creación de un Comedor Social con la colaboración de determinadas entidades locales. En el Pleno de la semana pasada tuvo que admitir que dicho proyecto no se va a llevar a cabo, porque no ha encontrado financiación, a pesar, tal como dicen, de la buena situación económica del Ayuntamiento. Sin embargo, para la creación del monumento rociero al parecer si que se va a conseguir la financiación necesaria.
Es decir, para un comedor social municipal que pueda atender a los cientos de sanluqueños que diariamente tienen que acudir a la beneficencia para poder comer diariamente, no se encuentra financiación para ponerlo en marcha y, sin embargo, para el monumento rociero no se van a escatimar esfuerzos. Algunos deberían reflexionar mucho al respecto.