IU quiere dejar bien claro, y así las hemerotecas lo pueden atestiguar, que nuestra organización política, lejos de utilizar las coyunturas políticas de forma oportunis

IU quiere dejar bien claro, y así las hemerotecas lo pueden atestiguar, que nuestra organización política, lejos de utilizar las coyunturas políticas de forma oportunista, siempre ha mantenido una actitud reivindicativa proponiendo alternativas siempre desde la perspectiva de la izquierda defendiendo en todo momento los más necesitados y los intereses generales de la ciudad.

 

A diferencia de otros partidos, que en función del signo político del gobierno de la nación o de la adscripción política del responsable de una determinada consejería en el caso de Junta de Andalucía o quien gobierne en la propia Diputación Provincial, se pone o se quita la chaqueta reivindicativa. Mucho de esto, le pasa a, Irene García, como alcaldesa y como responsable provincial de su partido así como al secretario local del mismo en nuestra ciudad, Víctor Mora.

 

Lamentamos que la alternativa dada por el portavoz municipal de IU, Rafael Terán, de que se preste el servicio de atención a domicilio mediante una empresa municipal no sea del gusto de Víctor Mora, no es de extrañar dada sus escasas convicciones de izquierda y su querencia las privatizaciones de servicios, en cualquier caso siempre pretende que sean otros quien le resuelvan los problemas.


Después de llevar gobernando en la ciudad 6 años sus resultados frutos de su gestión son muy escasos en todos los ámbitos que se quiera mirar: inversiones, infraestructuras, servicios municipales, limpieza, mantenimiento de jardines, etc. Sanlúcar sigue ocupando los puestos más bajos en todos los índices socio-económico-cultural que anualmente se hacen públicos. Lo único que no tiene parangón en su gestión es la de haber perpetrado la mayor subida de impuestos y tasas locales de la historia de la ciudad a la vez de haber reducido y privatizado gran parte de los servicios municipales considerados esenciales.

 

La tasa de desempleo en la ciudad se ha duplicado respecto al 2007 y la infraestructuras en polígonos industriales es cada vez más deficiente, habiendo quedado la promesa electoral de creación del mega polígono industrial en el cajón de los olvidos así como esos otros proyectos como el parque de las Piletas y traslado de la feria, accesos a la ciudad, traslado de la depuradora, puerto deportivo, etc.

 

Qué duda cabe que el edifico que alberga la plaza de abastos necesita una actuación inminente y en seis años tan solo han podido presentar un proyecto para dicho mercado que, además de ser muy costoso, representa una aberración urbanística y un verdadero atentado a la singularidad artística y arquitectónica del actual edificio y su entorno que se ha demostrado ser inviable por la razón de los hechos. Los únicos responsables de que el mercado de abastos siga en la situación actual son la alcaldesa al frente de su equipo de gobierno, debido a su inoperancia y todo lo demás son excusas de malos gobernantes.

 

El Plan Forestal, dirigido a procurar empleo a los desempleados de larga duración y que han agotado la prestación, que en nuestra ciudad va a suponer una inversión de 441.000 euros destinados a trabajos forestales y mejoras de caminos rurales, fue una de las condiciones de IU en el acuerdo de gobierno de la Junta de Andalucía. Muy probablemente, Víctor Mora no obvia este dato por desconsideración sino porque su ignorancia política le hace desconocer este hecho.

 

Nos parece paradójico que el responsable del PSOE local y primer teniente de alcaldesa pida la dimisión de un concejal de la oposición, este hecho solo puede explicarse desde la óptica de quien pretende culpar de su ineficacia e incapacidad política para gestionar los asuntos municipales de interés para la ciudad a los demás o puede ser que su subconsciente le haya traicionado y a quien de verdad quiere pedir la dimisión es a la alcaldesa y responsable provincial de su partido, Irene García, por su incapacidad manifiesta de llevar a cabo un proyecto de ciudad coherente en lo urbanístico, social y económico más allá de sus intereses políticos personales.