Resulta muy llamativa que la última decisión del vicepresidente de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CPOTU), Daniel Fernández,  an

Resulta muy llamativa que la última decisión del vicepresidente de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CPOTU), Daniel Fernández,  antes de su cese haya sido la de aprobar una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística de Sanlúcar, consistente en clasificar como urbanizable un suelo hasta ahora no urbanizable, que permitirá la construcción de 1500 viviendas de las cuales presuntamente 900 serán protegidas en el conocido pago Carranza de nuestro término municipal.
Este comportamiento del responsable cesado recuerda a otros de antaño que mejor no recordar, en cualquier caso, esta operación urbanística  se parece cada vez más a esa de triste evocación de Martín Miguel. 
Desde todas las instancias señalan, sin ninguna duda, que la gran causante de la crisis económica y financiera que padecemos es la burbuja inmobiliaria, con la consabida especulación. Y de todos es conocido que  aumentar el territorio urbano de una ciudad implica que los servicios municipales se encarezcan, pierdan calidad o no puedan ofrecerse. Pues de ambas cosas parece ser que el equipo de gobierno PSOE-CIS no se han enterado o hacen que no se enteran porque priman otros intereses, sobre todo cuando existe en la ciudad varios PERI y unidades de ejecución pendientes de desarrollar.
Hay que estar en la mayor de las inopias o sumido en un cinismo patológico, o ambas cosas a la vez, para ponerse delante de los medios de comunicación para afirmar, con la que esta cayendo, que se esta convencido de que esta actuación urbanística creará empleo y que así se facilitará el acceso a la vivienda a los sanluqueños con rentas más bajas. 
Todo ello se dice, después de haber aprobado un plan de ajuste local que supone subida de impuestos municipales y precariedad en los servicios durante los próximos diez años, que con seguridad serán imposible ampliarlos a las nuevas zonas que se quieren urbanizar y, después de que el gobierno de Rajoy anunciara el mayor recorte económico de la historia de nuestro país, incluyendo la eliminación de la deducción por adquisición de vivienda en el impuesto de la renta de las personas físicas.
¿Quién en nuestra ciudad podrá comprar una vivienda aún si ésta fuese de protección oficial? En una ciudad con la mayúscula tasa de desempleo, siendo en los jóvenes cercana al 50%, es impensable se pueda acceder a una vivienda, máxime cuando las entidades financieras no están dispuestas a abrir el grifo de los préstamos si no se aceptan en los contratos sus condiciones leoninas. 
En el colmo del despropósito, se justifica además la recalificación urbanística por el hecho de que está promovida por un grupo empresarial de Sanlúcar que no se han atrevido a identificar, añadiendo más elementos oscuros, si cabe, a esta operación urbanística, que nuevamente recuerda mucho a la de Martin Miguel. 
La realidad es que un grupo empresarial compró una viña a precio de suelo rústico y ahora, de la noche a la mañana, mediante la recalificación que PSOE y CIS le ofrecen obtienen un suelo urbanizable. Es un pelotazo de libro, propio de los mejores tiempos del boom urbanístico cuyo único beneficiario será ese anónimo grupo empresarial que no se atreven a identificar. La riqueza que se crea es absolutamente especulativa y, por tanto, ficticia. Todo ello, cuando menos es una ofensa a la inteligencia de los sanluqueños que aún tienen presente el fiasco que ha representado para la ciudad la urbanización de Martín Miguel.
Para IU, la parálisis en que se encuentra la ciudad debido a la nefasta gestión económica, necesitando un “rescate financiero” en forma de plan de ajuste por parte del Ministerio de Hacienda, que supone esfuerzos económicos a los sanluqueños menos para los miembros del equipo de gobierno y a los funcionarios de empleo, la quieren disimular pretendiendo engañar nuevamente a la opinión pública con el señuelo de que gracias a la operación urbanística en los terrenos de Carranza se creará empleo y riqueza en la ciudad.