La gestión municipal del PSOE cada vez está teniendo más parecido a la del PP de la legisl
La gestión municipal del PSOE cada vez está teniendo más parecido a la del PP de la legislatura anterior.
Han caído en un autismo político absoluto, despreciando toda clase de comunicación con el pueblo, continuando con un ayuntamiento de puertas cerradas al ciudadano, han privatizado servicios públicos indispensables, han favorecido a los mismos de siempre, y han utilizado los fondos públicos para monopolizar los medios de comunicación en su propio interés partidista.
Para IU, todos estos síntomas de proyecto acabado, los manifestaron el equipo de gobierno del partido popular y los manifiestan ahora, de forma meridiana, el equipo de gobierno del PSOE-CIS.
Es tan claro el paralelismo PP-PSOE, que los delegados y delegadas municipales del PSOE están protagonizando un carrusel de balance de gestión que recuerda muy mucho al que hicieron los del PP antes de las elecciones del 2007. Incluso, algunos candidatos de ambos partidos están reivindicando pretéritos gobiernos municipales que fueron lamentables para el buen nombre de la ciudad.
Al igual que hizo el PP antes de las elecciones pasadas han puesto en marcha, de prisa y corriendo, un plan de lavado de cara de la ciudad. Ahora se acuerdan, por ejemplo, que las señales de tráfico horizontales llevan años sin pintarse, ahora y no antes se ponen en marcha las distintas intervenciones de los planes autonómicos y estatales, con la única intención electoralista de que los ciudadanos vean que se está haciendo algo de gestión. Ahora y después de años de abandono de las zonas verdes, se pueden ver a cuadrillas de operarios municipales adecentándolas, y es ahora cuando se acuerdan de la existencia de rotondas abandonadas, en legislaturas de unos y de otros.
Esta actitud del equipo de gobierno del PSOE-CIS, cuando menos supone una ofensa a la inteligencia de los sanluqueños y sanluqueñas.
Desde IU se asegura que los ciudadanos están sabiendo vislumbrar que PP y PSOE no solamente son iguales en las políticas desarrolladas, tanto en las declarables como en las no declarables, sino también en las formas de llevar a cabo estas políticas, mediante el desprecio a la atención de los problemas reales del ciudadano y la puesta en marcha de un populismo y demagogia al servicio de los intereses partidistas lejos de los intereses generales de la ciudad.