Artículo de opinión de David González sobre el desafío planteado por la pandemia a los representantes públicos en su deber de ayudar a los ciudadanos y ciudadanas

En un estado tan convulsivo como el que nos ha tocado vivir como sociedad, la gestión que se haga de los recursos públicos es una de las cuestiones fundamentales que nos tenemos que plantear los representantes de la ciudadanía. E indudablemente, hay una línea roja que no se puede traspasar: no podemos permitir que haya un ciudadano o ciudadana que quede atrás en esta crisis. Eso marcará el futuro de nuestra sociedad. Y es que en pleno confinamiento, han quedado reflejadas las necesidades de una ciudad como Sanlúcar en asuntos sociales. Hemos visto desbordados los servicios sociales, no pudiéndose atender a cerca de 500 familias sanluqueñas que requirieron de la ayuda en plena ascensión de la curva de la pandemia. Circunstancias como estas, son difíciles de asumir para los representantes públicos que estamos a pie de calle.

A pesar de las propuestas que desde Izquierda Unida Sanlúcar llevamos al Pleno de junio, con medidas concretas para limitar la propagación del virus (marcado de zonas de tránsito, zona segura con señalética donde fueran obligatorias las mascarillas, personal de información para concienciar en las zonas de mayor afluencia de transeúntes), lamentamos que nuevamente desde el Gobierno local, se realicen las cosas mal y a medias, ya que se han habilitado itinerarios seguros en algunas plazas, pero nada más.

Por otro lado, como trabajador del mundo de la tecnología, de acuerdo a los últimos acontecimientos que estamos viviendo, con el conocimiento de nuevos contagios en la ciudad en los últimos días, creo que sería urgente y necesario activar una campaña local para el uso de la aplicación puesta a disposición por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Esa aplicación , de nombre Radar Covid, serviría tanto para la detección de nuevos casos como para asegurar la tranquilidad de la población.

En relación al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el pasado confinamiento, nos dio otra prueba de todo lo que tenemos por hacer en este aspecto. Y es que la brecha digital es otros de los puntos pendientes que tenemos que solucionar tanto para el modus vivendi de la ciudadanía como para el normal desempeño del trabajo en las administraciones públicas. En un mundo tan tecnificado, nos olvidamos que no todo el mundo posee el conocimiento o tiene los medios necesarios para afrontar esta etapa, donde el día a día de las personas, se ha “mudado” a la utilización de aplicaciones, email u otros servicios telemáticos, para los que la ciudadanía previamente, no había tenido un proceso de evolución y aprendizaje. Claros ejemplos de esta brecha digital, han sido las dificultades de muchos alumnos y alumnas para seguir las clases de manera telemática por no disponer de conexión a internet en sus domicilios ni tampoco de equipos (portátiles, tablets) para ello o también los centenares de familias que han realizado consultas por la imposibilidad de acceder a los trámites del Ayuntamiento por vía telemática. El último ejemplo lo hemos tenido en las casi 1.000 solicitudes de ayuda que hemos atendido los voluntarios de Izquierda Unida Sanlúcar para la tramitación online del Ingreso Mínimo Vital, ya que no había ningún tipo de servicio municipal que los pudiese ayudar. Queda mucho por hacer y en IU Sanlúcar estamos dispuestos a presentar las soluciones.

Dávid González es concejal de IU en el Ayuntamiento de Sanlúcar