El Pleno Municipal rechazó la petición de un nuevo crédito de 15,8 millones de euros.
El Pleno Municipal rechazó la petición de un nuevo crédito de 15,8 millones de euros. La delegada municipal de hacienda en un gesto de honestidad política debería renunciar a su cargo a la vista del clamoroso fracaso de su gestión económica.
El equipo de gobierno del PSOE decide gobernar mediante decretos en contra de lo aprobado en el Pleno Municipal, único órgano donde reside la voluntad de los sanluqueños expresada en las elecciones.
El Pleno Municipal rechazó la petición de un nuevo crédito de 15,8 millones de euros, sin embargo, el gobierno del PSOE, haciendo uso de una medida antidemocrática introducida por el PP en la Reforma de Administración Local, aprueba la petición de dicho crédito por decreto en la Junta de Gobierno Local.
IU votó en contra de esta medida porque se trata de una desesperada e irresponsable huida hacia adelante. Diga lo que quiera decir, la todavía delegada municipal de hacienda, Inmaculada Muñoz, ni el Ayuntamiento se encuentra equilibrado presupuestariamente ni, a pesar de que el remanente negativo de tesorería (RNT) se haya reducido a 40 millones de euros, la deuda total del Ayuntamiento ha disminuido. Con los sucesivos créditos, en 3 meses de legislatura suman ya 18 millones de euros, siguen transformando deuda a proveedores en deuda bancaria, deuda que habrá que pagar con sus correspondientes intereses. La deuda bancaria, con este nuevo crédito, se sitúa en 73 millones de euros, que sumados a los 40 del RNT, dan 113 millones de deuda total, por lo que el Ayuntamiento se encuentra peor que en 2008. En el informe de intervención se dice que el Ayuntamiento tiene problemas de liquidez porque tiene problemas financieros, por tanto, el equilibrio presupuestario del Ayuntamiento solo existe en la imaginación interesada de la delegada de hacienda. Si piden nuevos créditos es que tienen problemas económicos.
La necesidad de la petición de este crédito es el reconocimiento palmario de una desastrosa gestión económica que se quiere solventar a base de créditos cuando el problema de fondo es estructural.
Para conceder el nuevo crédito de 15,8 millones, el Ministerio de Montoro, obliga al Ayuntamiento a hacer un nuevo Plan de Ajuste con nuevos recortes en servicios municipales y nuevas subidas de impuestos. Por lo que como siempre, Inmaculada Muñoz miente cuando dice que no habrá que tomar ninguna otra medida de recorte porque se absorbe con la mejora de este crédito. Las medidas de recortes son previas a las presuntas mejoras que se obtengan con el crédito.
El Ayuntamiento no tiene liquidez no solo porque la Diputación de Irene García no recauda bien, sino también porque el capítulo de ingresos estaba artificialmente inflado, como artificialmente infradotado en los gastos para que les cuadraran las cuentas en los presupuestos de 2015.
El Ciclo Integral del Agua se privatizó con el argumento de que el servicio iba a ser mejor y más barato, pues cuando se cedió la recaudación a Diputación se dijo que se iba a recaudar más y mejor. Ahora pretenden rasgarse las vestiduras porque no se recauda lo que se debería. Responsables son Víctor Mora y compañía.
Las consecuencias de todo este despropósito es una ciudad abandonada con unos casi inexistentes servicios municipales, con cientos de sanluqueños en riesgos de exclusión social sin atención municipal, con miles de desempleados sin ninguna protección, con unas infraestructuras en estado de ruina y una ciudad endeudada en su presente y en su futuro.