El pleno municipal de la semana pasada, además de la incapacidad del equipo de gobierno PSOE-CIS para llevar a dicho órgano asuntos de gestión orientados a la mejora de la calidad de vida de los sa

El pleno municipal de la semana pasada, además de la incapacidad del equipo de gobierno PSOE-CIS para llevar a dicho órgano asuntos de gestión orientados a la mejora de la calidad de vida de los sanluqueños, quedaron patentes otras dos cosas significativas. 

Por una parte, nuevamente el portavoz municipal de IU, Rafael Terán, volvió a demostrar con datos irrefutables que las liquidaciones presupuestarias de 2011 y 2012 se cerraron con déficit, todo ello a pesar de las subidas de impuestos y los recortes en los servicios municipales y de que las partidas presupuestarias dedicadas a los servicios sociales de todo tipo o no se emplearon o no se gastaron en su totalidad. Ni la delegada de hacienda, Inmaculada Muñoz, ni Juan Marín, con su elocuencia florida, supieron contradecir este hecho, por lo que se demostraron nuevamente las mentiras del PSOE de Víctor Mora y del CIS de Juan Marín en lo concerniente a su pretendida preocupación por los parados y por aquellos colectivos que requieren especial atención. 

Por otra parte, quedó también evidente la cada vez más intensa desesperación de Juan Marín por pretender justificar su escaso bagaje de cumplimientos de promesas electorales desde 2007, queriendo responsabilizar a IU de ello. CIS pretendió en su día abanderar una cierta regeneración democrática, pero eso quedó muy atrás en el tiempo y en el espacio. Marín, en un discurso con muy mala educación, enumeró los proyectos que prometió en su día tan alegremente y, sin un mínimo de autocrítica, responsabiliza a IU de que no haya podido llevarlos a cabo en los últimos siete años. Así, para la segunda autoridad municipal, como gusta presentarse, los accesos a la ciudad pendientes, el Parque de la Piletas y el traslado de la feria, el Puerto Deportivo, el Mercado de Abastos y la construcción de viviendas tuteladas en la Residencia de mayores de la ciudad o en La Milagrosa no se llevan a cabo porque IU no quiere. Eso sí, se olvidó citar el traslado de la Depuradora y el Polígono Industrial, seguro que para no contrariar  a la exalcaldesa.

Desde mayo de 2007 hasta 2012, cuando gobernaba el PSOE en solitario en la Junta de Andalucía la vena reivindicativa del señor Marín estaba muy apagada, lógico porque estaría muy feo morder la mano de quien le da de comer; desde que IU entro en el gobierno andaluz, el Partido Independiente ha encontrado con quien desatar toda su demagogia y frustración, haciendo de su presunta independencia una burla a la inteligencia de los sanluqueños.

Juan Marín es ya conocido por sus cambios de opinión en función de los vientos que soplen: Casa Arizon, Dragado del Río, Plaza de Abastos, Mancomunidad son algunos ejemplos notorios de estos cambios de opinión, sin embargo esta posibilidad no la concede a los demás. Y de juego sucio sabe bastante y los trabajadores del Poli lo están sufriendo.

La plaza de abastos, si desde un principio se hubiese apostado por una remodelación funcional de la misma como Víctor Mora y el propio Marín lo hacen ahora, podría estar terminada y en pleno funcionamiento para satisfacción de los comerciantes y usuarios de dentro y fuera de la ciudad. Irene García, Víctor Mora y Juan Marín presentaron un proyecto de 8 millones  de euros con la pretensión de que fuera subvencionado al 80% por la Junta, algo que era imposible y estuvieron engañando a los sanluqueños durante años. De hecho, el Ayuntamiento de Sanlúcar jamás tuvo consignación presupuestaria real para afrontar su parte en la financiación de ese proyecto megalomaníaco. IU siempre estuvo a favor del respeto al patrimonio histórico de Sanlúcar; sólo hay que ver nuestro programa electoral de 2011. 

También son notorios y llamativos los silencios de Marín. Cuando IU Sanlúcar destapó las irregularidades que se estaban cometiendo en el GDR Costa Noroeste y en la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, Marín mudo no sacó a pasear su independencia y en el caso de las irregularidades que IU Sanlúcar ha demostrado en el servicio que presta Aqualia, solo se ha limitado a echar balones fuera desentendiéndose de todo, dando una muestra más de su peculiar concepto de independencia.

En cualquier caso, IU Sanlúcar votó a favor de que se convocasen las comisiones de seguimiento de los convenios firmados entre la Junta y el Ayuntamiento, en un ejemplo de responsabilidad y de que no tiene nada que ocultar, dejando a Marín sin discurso y sin más argumento que su demagogia y su inquina persona contra Rafael Terán, al parecer aún le debe escocer lo de que el CIS era la opción política más barata para el PSOE.

IU Sanlúcar seguirá trabajando por y para nuestra ciudad, no cayendo en provocaciones y dejando la demagogia y las urgencias para quien las necesite, porque para algunos, al parecer, volver a la actividad que tenían antes de dedicarse a la política debe ser muy duro, sobre todo, si desde un principio han pretendido hacer de la política su nuevo modus vivendi.