La falta de transparencia y los silencios ponen en entredicho todo lo que concierne a la relación de la empresa concesionaria del servicio integral del agua con la alca

La falta de transparencia y los silencios ponen en entredicho todo lo que concierne a la relación de la empresa concesionaria del servicio integral del agua con la alcaldesa, Irene García.

 

Con esta actitud, la alcaldesa, lejos de conseguir amainar la inquietud al respecto entre la población, esta  elevando la indignación en gran parte de los ciudadanos al no entender como la empresa concesionaria actúa con cierta impunidad. 

 

A principio de este año Aqualia satisfizo al ayuntamiento los 3,3 millones de euros restantes por la concesión del servicio integral del agua. Curiosamente con anterioridad, cuando la crisis económica se agudiza y el desempleo y el aumento de familias con todos sus miembros están en paro en la ciudad llegan a niveles casi insostenibles, la alcaldesa decide aprobar una subida en la parte fija del recibo del agua de algo más del 3%, es decir, sube el recibo consuma lo que se consuma de agua.

 

Pero ahí no queda la cosa, en el año 2011 la alcaldesa adjudica a Aqualia obras por valor 2,7 millones de euros. No ponemos en duda la necesidad de las obras pero lo cierto es que han sido muy costosas para los tiempos de crisis y recortes que estamos pasando y muy oportunas para los intereses de la empresa.

 

En definitiva, Aqualia paga 3,3 millones de euros y recibe 2,7 millones de euros en forma de adjudicación de obras, además de unos considerables ingresos gracias a la más que generosa subida del recibo que Irene García le aprobó en las últimas ordenanzas municipales.

 

No hay que ser un lince para llegar a la conclusión de quien está pagando con creces la privatización del servicio integral del agua y quien o quienes están saliendo muy beneficiados con esta privatización.

 

IU sigue demandando en aras de la transparencia en la gestión municipal que prometió la alcaldesa, Irene García, que explique todos estos interrogantes, pero sobre todo que ponga la empresa Aqualia, concesionaria del servicio integral del agua al servicio de la ciudad y no la ciudad al servicio de la empresa, hecho del que al parecer solo se está presuntamente beneficiando ella.