Si la dimisión, no explicada en sus términos reales, del anterior delegado municipal de turismo, Antonio Reyes, fue el reconocimiento de un fracaso personal y colectivo respecto a la gestión en mat

Si la dimisión, no explicada en sus términos reales, del anterior delegado municipal de turismo, Antonio Reyes, fue el reconocimiento de un fracaso personal y colectivo respecto a la gestión en materia de turismo llevada a cabo en los últimos siete años y, a su vez, la prueba de cómo se pretende utilizar los contactos efectuados durante su gestión en beneficio propio (lo que se ha dado a llamar la puerta giratoria), la reciente dimisión del delegado municipal de Igualdad y Participación Ciudadana, Vicente Ramírez, dejando detrás un fiasco de gestión que para nada ha beneficiado a la ciudad y mucho menos a los sanluqueños, es una nueva evidencia del fracaso del equipo de gobierno PSOE y CIS.

No hace falta hablar de aquellas aéreas municipales que nominalmente constaban como de la competencia del dimisionario Ramíez y de las cuales nadie conoció alguna gestión al respecto.

IU Sanlúcar viene denunciando que en los siete años largos de gestión PSOE-CIS, la participación ciudadana no ha aumentado sino que ha retrocedido clamorosamente, siendo durante los últimos tres años en los que el retroceso ha sido más acentuado. Hasta el límite de ser considerado, según unos estudios de la Universidad de Granada, uno de los Ayuntamientos menos abiertos a la participación ciudadana, menos transparente y más opacos a la fiscalización de los grupos políticos de la oposición y de los ciudadanos en particular. Aquella promesa de los presupuestos participativos fue laminada y olvidada por los ciudadanos por su irrelevancia en el conjunto del presupuesto municipal, con el total beneplácito y consentimiento de Ramírez. 

Las políticas de Igualdad las redujo a una serie de gestos insustanciales, siempre orientados más en la búsqueda del efecto propagandístico que ensalzara su figura, que la puesta en marcha de verdaderas políticas transversales de igualdad en el conjunto de la gestión municipal.

Ambas dimisiones manifiestan, en opinión de IU Sanlúcar, el fracaso a su vez de un equipo de gobierno, porque nada nos lleva a pensar que las sustituciones mejorarán lo que había, ya que no solo son fracasos personales en las gestiones de sus competencias de los dimisionarios sino un fracaso del propio alcalde, Víctor Mora y del primer teniente alcalde, Juan Marín, incapaces de coordinar y desarrollar una gestión de los asuntos que necesita la ciudad.

No podemos obviar que la sustituta de Vicente Ramírez, hasta hace poco funcionaria de empleo del PSOE, al parecer está presuntamente relacionada con el escándalo destapado por Izquierda Unida de las “Escuelas de Verano”. 

Para IU Sanlúcar, ni Reyes, ni Ramírez ni mucho menos Mora y Marín, serán recordados por su gestión al frente de sus responsabilidades, sino por todo lo contrario, serán recordados por lo que pudieron hacer y no hicieron por su incapacidad, dejadez o  ambas cosas a la vez.