Irene García, abandona la alcaldía para dedicarse plenamente, según dice, a la provincia gaditana.

 

Irene García, abandona la alcaldía para dedicarse plenamente, según dice, a la provincia gaditana.

 

El portavoz municipal de IU afirma que después de seis años al frente del gobierno de la ciudad, abandona la alcaldía dejando un legado, mire por donde se mire, difícil de empeorar tanto dentro del ayuntamiento como fuera del mismo. En líneas generales su gobierno, caracterizado por un sectarismo impropio, basado en la demagogia y en las mentiras y mucha propaganda ha supuesto para los sanluqueños subidas de impuestos, menos servicios municipales, privatizaciones y despidos de trabajadores en una ciudad con tasas de desempleo record, sobre todo en los colectivos de mujeres y jóvenes.

 

Una alcaldesa que incumplió clamorosamente las promesas de que se bajaría el sueldo a la mitad y que en su mandato no se derribaría ninguna vivienda a los sanluqueños, tiene en su haber entre otros muchos los siguientes hitos:

 

Ayuntamiento en quiebra técnica: la deuda apenas ha disminuido a pesar de las subidas de impuesto y recortes.

 

Deterioro relaciones con los representantes legales de los trabajadores municipales que le acusan de trato de favor, compra de voluntades, gratificaciones irregulares, etc.

 

Anulación de la participación ciudadana y marginación de los representantes vecinales

 

Privatización del servicio del ciclo integral del agua, que ha supuesto un peor y más caro servicio.

 

Mantenimiento de infraestructuras tercermundistas en la ciudad.

 

Incumplimiento de sus promesas electorales: traslado de la feria, accesos a la ciudad, traslado de la depuradora, puerto deportivo, etc.

 

Urbanismo caótico al servicio de los poderosos.

 

Utilización de las instituciones, como el Grupo Rural Costa Noroeste, para colocar familiares y militantes de su partido.

 

Irene García decía que Sanlúcar era una cosa tan importante que  debía estar por encima de intereses y proyectos personales. Ahora se ha comprobado que era una nueva mentira, pues desde el principio ha utilizado la alcaldía como trampolín, poniendo en todo momento su proyecto político personal por encima de los intereses de la ciudad. Renunciar a la alcaldía conservando su acta de concejal es una nueva forma de utilizar a nuestra ciudad para poder seguir siendo portavoz del PSOE en la diputación y disfrutar de las retribuciones dinerarias que la portavocía le reporta. En definitiva, un abandono en unos momnetos dificles para la ciudad que  supone un fraude electoral y político en toda regla porque ha puesto su partido por encima de la ciudad.

 

Terán dice que la renuncia de Irene García no abre ninguna expectativa nueva en la ciudad si su sustituto en la alcaldía es el exfuncionario de empleo del PP reconvertido en líder del socialismo sanluqueño, Víctor Mora, ya que es el artífice de los recortes al mejor estilo neoliberal en las empresas municipales, como los llevados a cabo en la empresa municipal de la limpieza viaria, EMULISAN, que esta provocando el estado de suciedad y abandono de la ciudad reconocido por propios y extraños.